El Presupuesto y el genocidio en Gaza desenmascaran al gobierno oportunista del FA - Un presupuesto de ajuste y congelación (o rebaja) salarial
Del programa ya muy lavado que presentó el Frente Amplio para las elecciones nacionales de octubre, los oportunistas pasaron a las 63 medidas del discurso del presidenciable Orsi en Colonia y luego a este presupuesto continuista en extremo con el del gobierno de la coalición de las derechas, y que en los hechos es el verdadero programa del gobierno.
En este presupuesto hay un incremento en relación al anterior de 140 millones de dólares en el 2026, que llegaría a los 240 millones de dólares en el 2029, esto con un PBI de más de 80.000 millones de dólares y un presupuesto anual de 20.000 millones de dólares, lo que demuestra que es un incremento muy pobre en relación a las dimensiones de la economía, el presupuesto nacional y más aún a las muy postergadas necesidades populares a la salud, vivienda, educación y salarios y jubilaciones dignas. Esto lo justifican con la argumentación de que les dejaron un déficit fiscal del 4,1% del PBI mayor al esperado, un alto endeudamiento y que hay una situación de incertidumbre a nivel internacional.
Sobre la base del presupuesto anterior se plantean bajar el déficit fiscal aumentando los ingresos por unos 1.200 millones de dólares, la mitad proveniente de “una mayor eficiencia recaudatoria”, que es dudosa y habría que ver en la práctica a que nivel llega, y la otra mitad de aplicar el “impuesto global” a las multinacionales que operan en nuestro país, al que recientemente le restaron “con permiso de la OCDE” a las empresas que están en zonas francas y no lo pagan en su país de origen. Un impuesto que por supuesto que sería justo pero de difícil aplicación.
A esto se le sumarían, un impuesto a los activos de residentes en Uruguay en el exterior, de difícil implementación y el “impuesto Temu”, un IVA que pagarían los consumidores, que no aportaría mucho y no resuelve tampoco la gran diferencia de precios que existe con los productos del mercado local.
O sea que este supuesto “presupuesto de izquierda de un gobierno de izquierda” no va a una verdadera reforma tributaria donde paguen más los que tienen más realmente. La mayor parte del presupuesto nacional lo seguirán pagando como viene sucediendo hace décadas, los trabajadores y el pueblo humilde, a través del IVA, el IRPF, el IASS, etc. Ni un impuesto al latifundio, al agronegocio, a la banca, al capital financiero, a los monopolios.
Otro incremento de la recaudación que espera el ministro Oddone y que habrá que verlo, vendría por el crecimiento del PBI que estiman en un promedio del 2,4% anualen el período, muy difícil sin aplicar un fuerte programa de defensa y desarrollo de la industria nacional, cuando se viene de un promedio del 1,1% anual en los últimos 10 años y en la actual situación de guerra comercial.
En cuanto a los egresos, cada vez es más lo que se paga por intereses y amortizaciones de la deuda pública, los vencimientos para este año superan los 5.000 millones de dólares. Se pagará una parte y refinanciará como siempre otra. El endeudamiento anual legalmente admitido es de 3.400 millones de dólares. Por otro lado las exenciones impositivas por Zonas Francas y otras, superaron los 5.000 millones de dólares el año pasado.
Sin una moratoria de la deuda pública que suspenda los pagos y lleve adelante una auditoría para quitar la deuda ilegítima contraída por la dictadura militar y verifique en que se han utilizado esos préstamos, y manteniendo estas exenciones no será posible aplicar un programa realmente al servicio del pueblo, o sea verdaderamente de izquierda.
Este presupuesto es un verdadero ajuste antipopular, que congela los salarios de los trabajadores del estado, planteándose un inflación promedio anual del 4,5%, otra cuestión de difícil concreción en un país como el nuestro. Presupuesto con bajos niveles de inversión pública en vivienda e infraestructura.
Del 6 + 1% del PBI para la educación e investigación prometido para este período de gobierno, no llegaría en realidad siquiera al 4,7% del año 2024. En vivienda popular muy lejos del 1% prometido.
El gobierno pone el acento en propagandear las ayudas asistencialistas a la pobreza infantil, altos porcentajes de aumento pero a partir de cifras miserables. Algo parecido sucede con el aumento del 3% en 2 cuotas anuales a los jubilados que ganan la mínima. Este presupuesto y las pautas salariales miserables para los trabajadores de la actividad privada, desenmascaran al gobierno del FA que tiene a los dirigentes oportunistas que predominan en las direcciones del movimiento sindical como un aliado fundamental que divide y maniata las luchas de la clase obrera y el pueblo. En estas condiciones el clasismo sindical tiene muy buenas condiciones para crecer en influencia, fortaleciendo sus agrupaciones en los sindicatos.
El GENOCIDIO EN GAZA
Un gran repudio a nivel popular, incluso en la base del propio FA, han merecido los posicionamientos del gobierno en torno al cruel Genocidio en Gaza y la situación en Palestina. Dilaciones, indefiniciones y actitudes bochornosas del gobierno del oportunismo. Lo más reciente fue el vergonzante discurso del presidente Orsi en laONU donde no se atreve a condenar al genocidio como tal y ni siquiera a nombrar al propio Israel, estado sionista-fascista.
El Gobierno ha ido muy de atrás en las denuncias que han hecho incluso gran parte de los gobiernos reformistas y socialdemócratas del continente. Uruguay vende cada vez más carne a Israel, al genocida y le compra armas, ya que según la ministra de Defensa Lazo, “nuestro país no tiene enemigos y compra donde le conviene”.
Estos hechos también vienen desenmascarando ampliamente al gobierno y ponen más en el orden del día la construcción de un frente realmente antiimperialista, popular, realmente internacionalista y combativo. Nuestro partido y la Unidad Popular trabajan para eso.
¡Unificar las luchas por Salario y Presupuesto!
¡No al Genocidio en Gaza!!Arriba la solidaridad internacional!