Resolución de Fundación de la ICOR
ICOR Conferencia de Fundación, 6 de octubre de 2010
La Conferencia Mundial de la Iniciativa: "Coordinación y Cooperación de Partidos y Organizaciones Revolucionarios" toma la decisión de constituirse como organización internacional. Su nombre es "International Coordination of Revolutionary Parties and Organizations" (ICOR).
I.
La fundación de la ICOR proviene del conocimiento: El tiempo está maduro para enfrentar algo nuevo al capital financiero internacional, altamente organizado y enlazado a nivel mundial, y a su sistema imperialista mundial – la organización del movimiento obrero y revolucionario internacional y de las amplias masas en un nuevo nivel de cooperación y coordinación de la actividad práctica más allá de las fronteras nacionales.
El imperialismo con su sistema neocolonial existe, aún sólo desplegando su propensión a la crisis que pone dramáticamente en peligro la existencia de la humanidad. Esto se manifiesta en la crisis económica y financiera mundial de 2008, en las crisis estructurales en el sistema de producción y reproducción capitalista, en las crisis de endeudamiento, en la crisis ecológica global, en el aumento de la falta de familia del proletariado y de las amplias masas, en las crisis políticas, pero también en el creciente peligro de guerra internacional, en el aumento de las agresiones imperialistas y en la tendencia general del imperialismo a la reacción y al fascismo.
El capitalismo no tiene futuro que ofrecer a la clase obrera y a las amplias masas en el mundo. Por eso la ICOR llama a todas las revolucionarias y revolucionarios del mundo a unirse según las palabras de Lenin: "Desunidos, los obreros no son nada. Unidos lo son todo." (Lenin, 1913, La unidad obrera).
La ICOR retoma las conquistas del movimiento obrero y revolucionario organizado internacionalmente. A éstas pertenecen la gran acción revolucionaria de la Comuna de París de 1871, la victoriosa Revolución de Octubre rusa de 1917, la Revolución China de 1945 a 1949, la lucha de liberación revolucionaria para destruir el antiguo sistema colonial, y el nacimiento del campo socialista después de la Segunda Guerra Mundial.
La ICOR se apoya en las ricas experiencias de los ejemplos históricos de las formas de organización internacionales como la I, II y III Internacional. Toma en cuenta las condiciones actuales, necesidades y posibilidades para tal unión. Con eso lleva a la práctica el gran lema revolucionario de Carlos Marx "¡Proletarios de todos los países, uníos"!, así como el de Lenin "¡Proletarios de todos los países y pueblos oprimidos, uníos!".
La traición revisionista, partiendo de la Unión Soviética con el XX Congreso en 1956, condujo a la derrota hasta ahora más grande del movimiento comunista y obrero internacional dejando una fragmentación de dimensiones inauditas. La restauración del capitalismo desató una gigantesca ola de anticomunismo y contrarrevolución.
También el surgimiento de tendencias sectárias y anarquistas, en parte ha causado gran daño al movimiento comunista y obrero internacional. Sin embargo, la influencia del reformismo y revisionismo en el movimiento obrero y popular fue y sigue siendo el peligro principal para el ascenso del movimiento revolucionario internacional.
A raíz del derrumbe de la Unión Soviética, a comienzos de la década de 1990, el revisionismo moderno perdió su centro. La burguesía imperialista, pudo aprovecharse de esto para iniciar una ofensiva anticomunista mundial. Pero, al mismo tiempo el debilitamiento del bastión revisionista de la Unión Soviética es un factor importante para un nuevo ascenso de la lucha mundial por el socialismo.
El proletariado compuesto por miles de millones de personas en todo el mundo forma finalmente, en alianza con las amplias masas, un poder superior al imperialismo si asume, organizada internacionalmente, la lucha por su liberación y desempeña su rol dirigente en la lucha de los pueblos por su libertad nacional y social.
II.
En el actual nivel del imperialismo, con sus fuerzas productivas altamente desarrolladas y enlazadas a escala mundial, ya han madurado ampliamente los requisitos materiales para el socialismo.
Al mismo tiempo, bajo la dictadura del capital financiero mundial, actúan devastadoras fuerzas destructivas:
En los países saqueados y oprimidos por el imperialismo, se profundiza la depauperación de las masas con el saqueo de las riquezas de los países, con la amenaza militar contra cualquier acción revolucionaria, la destrucción del medio ambiente, el hambre y el destierro.
Incluso en los países capitalistas altamente desarrollados, el inmenso aumento de la explotación va acompañado de un creciente empobrecimiento de las masas, el recorte de los derechos y libertades burgueses-democráticos hasta llegar a la fascistización de los aparatos estatales.
La burguesía imperialista, cuestiona permanentemente la soberanía e integridad de los estados nacionales. Esto ha llevado a una militarización de la política exterior de los países imperialistas, la que apenas puede esconderse bajo el pretexto de las misiones de la ONU y con pose humanitaria.
La rivalidad de los imperialistas, especialmente de las principales potencias imperialistas, alimenta permanentemente el peligro de una guerra mundial y lleva a conflictos bélicos regionales en la lucha por el nuevo reparto del mundo.
Hoy día, el modo de producción capitalista enfrenta al planeta con una catástrofe ecológica global que en un tiempo previsible podría imposibilitar la vida humana.
A los niños y jóvenes el imperialismo les roba el futuro y encadena a las masas de las mujeres del mundo con la doble explotación y opresión. Además, las mujeres en los países oprimidos por el imperialismo a menudo son particularmente afectadas por la discriminación nacional y religiosa.
El anhelo y la búsqueda por una sociedad liberada de la explotación y opresión, deben convertirse en una fuerza transformadora de la sociedad, que supere los males originados por el sistema imperialista mundial.
La ICOR ha nacido de la necesidad práctica, de responder a la desestabilización del sistema imperialista mundial, elevando a niveles superiores la lucha de liberación revolucionaria contra el imperialismo y por el socialismo.
La construcción y el fortalecimiento de partidos revolucionarios en cada uno de los países será el factor decisivo para un nuevo ascenso de la lucha por derrocar al imperialismo y construir el socialismo. Eso requiere, la creación de otras formas de organización y plataformas para la lucha en común de las masas a nivel nacional, regional e internacional.
Este desafío histórico, requiere más que nunca la cooperación más allá de las fronteras nacionales, la coordinación y revolucionarización de las luchas que se desencadenan por todo el mundo.
III.
Considerando que
muchos partidos y organizaciones han desarrollado el deseo de una cooperación constructiva y con igualdad de derechos,
en luchas que comienzan a ir más allá de las fronteras, crece la comprensión entre las masas y el núcleo del proletariado industrial, que es necesario superar la división entre las diferentes naciones,
ya se han formado una gran cantidad de formas de organización revolucionarias internacionales (conferencias, foros, plataformas),
sólo a través de formas de organización internacionales los lemas "¡Proletarios de todos los países, uníos!", así como "Proletarios de todos los países y pueblos oprimidos, uníos!" pueden convertirse en realidad,
existen diferentes condiciones sociales y tradiciones de la lucha de clases en los diferentes países y en las diferentes organizaciones,
la responsabilidad para la preparación y realización de la revolución está en manos de los partidos, el movimiento obrero y de masas del país respectivo,
aún existen muchas diferencias ideológicas políticas entre los revolucionarios del mundo,
la acción conjunta revolucionaria organizada no puede esperar hasta que se hayan superado todas estas diferencias,
la ICOR se entiende como aporte al fomento de la unidad solidaria del movimiento obrero y revolucionario internacional.
Sobre el fundamento de un claro consenso mínimo ideológico político, persigue la unidad de acción revolucionaria en unión con un vivo proceso de discusión y esclarecimiento para profundizar y ampliar el contenido de los fundamentos.
La Conferencia de Fundación declara que la ICOR va a proseguir consecuentemente una política de puertas abiertas con respecto a todos los partidos y organizaciones revolucionarios y otras agrupaciones internacionales.
Su insistencia principal, es la coordinación y cooperación en la organización de la lucha de clases y de la solidaridad práctica.
Ella busca la estrecha unión y cooperación con otras formas de organización internacionalistas y progresistas en el mundo y explícitamente no se entiende como competidora de éstas. Funda y fortalece una nueva calidad de la unidad de los partidos y organizaciones proletarios y revolucionarios de todo el mundo.
IV.
Unidos en la meta estratégica de superar el sistema imperialista mundial e imponer relaciones sociales socialistas, la Conferencia de Fundación, acuerda los siguientes fundamentos ideológicos políticos esenciales de la cooperación mutua:
reconocer la necesaria transformación revolucionaria de las relaciones sociales del capitalismo/imperialismo con la meta reclamada de una sociedad socialista y la necesidad de establecer la dictadura del proletariado, que significa democracia para las amplias masas y opresión para los enemigos mortales de la liberación de la humanidad de explotación y opresión;
trazar una línea clara, demarcatoria frente al revisionismo, trotskismo y anarquismo, así como a cualquier forma de anticomunismo como los ataques hostiles e instigación burguesa contra el llamado "estalinismo" o "maoismo" y la dictadura del proletariato.
V.
La Conferencia de Fundación, acuerda el principio de organización de la coordinación y cooperación en acuerdo común de partidos y organizaciones autónomos, independientes y con responsabilidad propia.
Respecto a la toma de acuerdo sobre los documentos fundamentales, la Conferencia aspira a tomar las decisiones por consenso. No se puede decidir mediante votaciones sobre cuestiones ideológicas de principios y cuestiones políticas fundamentales. Sin embargo, sobre cuestiones de necesidad práctica, los documentos de fundación, y después de librada una discusión exhaustiva respetando las diferencias ideológicas políticas, se puede llevar a cabo una decisión por mayoría. Esta requiere por lo menos un 80 por ciento de los votos de los delegados presentes. Todas las resoluciones de actualidad política, pueden ser aprobadas por mayoría simple. Paridad de votos vale como rechazo.
Cada organización, decide ella misma qué proyecto y qué actividad va a apoyar. Esto está unido con el principio de la confiabilidad, de cumplir con las tareas aceptadas con plena responsabilidad para la realización común.
El punto central reside en la cooperación y el apoyo mutuo en la lucha de clases y la construcción de partido revolucionario en los diferentes países.
La ICOR va a cooperar a nivel mundial, continental y regional, en tareas centrales generales, así como también en proyectos individuales limitados.
Ella realiza la coordinación para acordar diferentes procesos y actividades, como también la cooperación, que se refiere a proyectos comunes y tareas de lucha prácticas.
Ella se basa en el respeto mutuo y en el respeto de la soberanía de las organizaciones afiliadas y se obliga a la no injerencia en asuntos internos de las organizaciones.
Ella se compromete a practicar una cultura de disputa proletaria en la formación de opiniones, en la aprehensión e implementación de la práctica común.
¡Proletarios de todos los países, uníos!
¡Proletarios de todos los países y pueblos oprimidos, uníos!